lunes, 12 de agosto de 2013

LA ÚLTIMA CASA.

La compraventa o arrendamiento del terreno postmortem es un negocio sólido desde todos los tiempos. En el cual no sólo median ayuntamientos, parroquias, aseguradoras; si no hasta particulares que construyen una cripta, por ejemplo, y la sacan a la venta para que alguna familia adquiera la propiedad. Diariamente, a través de diferentes vías de contratación, se cierran tratos entre quienes venden terreno en el camposanto y quienes lo pagan en perpetuidad, para no acabar en el osario.

Aunque de un tiempo a esta parte la incineración está ganando adeptos, están quienes no pueden permitirse comprar terreno en el cementerio y mediante una aseguradora, abonan cuotas mensuales para en el fatídico día tener sitio donde pernoctar eternamente. Pero la mayoría de veces no suele ser fosa si no nicho en alquiler; de manera que si por cualquier razón no se ingresaran los alquileres el fallecido iría al osario; que es el lugar donde se hace una cremación grupal para aquellos restos cuyos familiares no se mantienen al pago de los recibos para que continúen en sus nichos o tumbas.

También otro tipo de terreno que pueden adquirir los interesados y es el columbario. Pequeñas moradas donde dejar las cenizas, aunque algunos opten por tenerlas en casa o esparcirlas por algún lugar. De modo que hasta el descanso eterno se rige por cuantías y tasas igual que sucede con las viviendas. Otros prefieren una tercera solución que sería donar su cuerpo a la ciencia. Para que los futuros médicos aprendan y esa muerte al menos sirva para algo, para salvar muchas vidas.



jueves, 8 de agosto de 2013

LA MORGUE DENTRO DEL ARTE.

Ese lugar llamado La Morgue está presente en muchos trabajos literarios o cinematográficos. Han sido muchos los autores que han plasmado tanatorios en sus novelas y películas del género no siempre del terror si no también de géneros artísticos tales cómo la intriga, la novela negra, aventuras; folletines policíacos; así cómo en el suspense; también en el drama y en casi muchas corrientes donde siempre hay una escena en la que el feo lugar aparece cómo escenario de una situación de ficción en concreto. Ya en la antigua Grecia la muerte era parte dentro del arte teatral dramático escenificando algún acto de la función. Esa casa de cadáveres ha estado presente desde hace siglos sobre todo en el marco de tétricas producciones o ediciones. Las cámaras frigoríficas, la congelación, el atrezzo deplorable que enriquece el lugar de rodaje o panorama literario de la obra; son muy utilizados por los grandes artistas. Porque ellos intentan plasmar esa casa del horror lo mejor posible para dar vida a una parte de la escenificación acorde con el guión. En los clásicos de detectives, pasando por literatura del terror, así cómo en filmes donde prima el suspense y la inquietud, La Morgue aparece cómo también se deja notar en muchos videojuegos donde hay una escena en la que tiene que aparecer para contar siempre algo al espectador, jugador o lector.

El género de la novela negra, policíaca, el psicotriller, y muchos otros géneros nos han acostumbrado a que en la mayoría de ellos, la casa de las pompas fúnebres aparezca siendo pieza clave en la historia que nos cuenta el artista.