Cada
vez es más frecuente el servicio de incineración pese a que presenta no pocas
contrariedades a quienes lo contratan. La principal ventaja es que al no ser
entierro, los familiares directos no tendrán que pagar alquiler del terreno ni
tampoco trasladar los restos a otro espacio en propiedad. Desde ese punto puede
que salga más económico a la vez que práctico. Pero la poca información al
respecto deja una laguna de conocimiento a quienes desconocen las controversias
legales acerca de donde dejar las cenizas. Por un lado están quienes sitúan la
urna con los restos de polvo en algún lugar del hogar para sentir siempre cerca
al ser querido. En ese caso no hay ningún problema al respecto. También están
quienes depositan la urna en los columbarios del cementerio, que son una
especie de nichos pequeños donde dejar las cenizas. Tal caso tampoco representa
ningún problema para los familiares directos o allegados. Lo no permitido pese
a que se venga realizando es tirar las cenizas en lugares públicos. Medioambientalmente
hablando está prohibido el vertido de residuos en sitios no destinados a tal
fin. De manera que, el que se tiren las cenizas al mar no quiere decir que esté
permitido. No lo está. Está prohibido tirar residuos al océano, espacios
naturales, lugares públicos, ríos; y el que una familia salga a la mar para
celebrar el lanzamiento de cenizas al agua, no significa que esté permitido. En
caso de que alguien dé el aviso pueden caer sanciones por intoxicar el espacio
marino. Otros funerales de lanzar la ceniza en un paisaje que la familia elija
para dejar allí los restos de polvo sigue yendo contra las leyes aunque se
venga realizando. Y ocurre igual: Si se descubre que están derramando
sustancias, aunque de ceniza se trate, en una zona ecológica, pueden ser
sancionados.
Se
ha hecho, se viene haciendo y se seguirán tirando las cenizas al mar. Pero el
que se haga no exime de una multa. Tal vez por esa razón las cenizas se vienen
tirando al mar o donde los familiares deciden pero sin hacerlo muy público
porque intoxicar el mar, de residuos, aunque de cenizas se trate, no está
permitido.
Este
es el principal problema que se presenta tras la incineración y que muchos
desconocen.