El organismo se compone mayormente de agua o líquidos. Es por esto que en casos de deshidratación se pierde una cantidad importante de éstos con el consecuente riesgo mortal inclusive en ocasiones. En verano debido a las altas temperaturas y los golpes de calor la deshidratación se presenta ocasionalmente acompañada de diarreas y vómitos. En niños pequeños y ancianos puede ser muy peligrosa, por lo que lo aconsejable es beber muchos líquidos para compensar el organismo y evitar incluso estados febriles. En verano la sudoración es tal que afecta también a los animales. Beber siempre muchos líquidos, agua potable y limpia en buen estado es lo recomendable para evitar los líquidos perdidos y evitar males mayores. En caso de vómitos, diarreas y fiebre y en sí de presentarse deshidratación, se debe acudir al médico lo antes posible para salvarse y evitar lo peor.
Si tienes perro, gato o cualquier tipo de animal evita que le dé el sol y el calor directamente y dale mucha agua para que no se deshidrate. Tanto personas cómo animales han de beber muchos líquidos en verano para que las defensas no se resistan. Pero las plantas también pueden destruirse si no se riegan lo suficiente en días calurosos. El agua es vida. Nuestro cuerpo contiene mucho líquido y es preferible nutrirse con agua en días calurosos para evitar la sed y no enfermar.
