Escalpelos, detectives, psicópatas, miedo, víctimas
y crimen son ingredientes dentro de las películas o literatura del cine de
terror y de la novela negra; aunque desde hace un tiempo también han formado
parte de las interpretaciones representadas en teatros acorde con la tragedia
escenificada. Pero el segundo lugar donde ocupa un lugar importante aparte del
celuloide es en el mundo de los cómics. Ya que hay publicaciones sobre el
género diseñadas con un arte extraordinario. Los dibujantes ampliaron las posibilidades
del dibujo que permanecía estancado en ediciones de humor nada más, y con
buenos guiones del western, héroes y un largo etcétera de temáticas a gusto de
cada lector, acabaron por darle vida también en historias de terror editadas en
papel. Nace así un estadio importante para los aficionados al miedo en viñetas
y desde entonces abundan los cómics de historias de psicothriller, repletas de
extraordinarios dibujos dando vida a espeluznantes argumentos para el
entretenimiento del lector. Se considera arte puro el dibujo en blanco y negro
o a todo color de escenas y escenarios donde los personajes trazados a pulso
por las estilográficas de buenos dibujantes del género ilustrativo terrorífico
cobran vida, y nos deleitan a muchos a quienes nos encanta disfrutar de esas
historietas tan perfectamente creadas. Adaptar el miedo al papel es todo un
mérito y las portadas son precisas y no exentas de detalles espeluznantes. Sin
lugar a dudas volcar guiones terroríficos en viñetas es una opción creativa
cuyo resultado explica claramente que los dibujantes e ilustradores son algo
más que talentos: Creadores excelentes con cuyo trabajo inundan los kioscos
para un público que sabe valorar y admirar el encantador cómic de terror.
El cómic de suspense también está disponible muchas de las veces en películas y vídeos. Y cada vez los logros artísticos son más reales por el conjunto creativo de iluminación, texturas y toda la composición de una buena labor pictórica.