El
komondor es un perro cuyas características son muy simpáticas. Tiene unos
mechones de pelo larguísimos que parecen peinado rasta o cómo si el manto que
le cubre se asemejase a los hilos gruesos de una fregona. No se le ven los ojos
porque está cubierto de espesos rastas lo cual le da un aspecto tierno cómo si
de un muñeco de peluche se tratara. La dama mesopotámica es otro mamífero
perteneciente a los cérvidos del que se dice que está en período de extinción y
se trata de una variedad de gamo de manto con manchas, precioso. Y el lobo de
Vancouver es una subespecie de lobo de color blanco del que también se asegura
que está desapareciendo. Es desagradable ver cómo ciertas especies animales,
cómo ocurrió tiempo atrás con el precioso dodo, desaparezcan de la faz de la
tierra si no se hace nada por preservar la fauna. Así cómo el Komondor es un
perro que se ve poco pero no está en vías de desaparecer, la dama mesopotámica
y el lobo de Vancouver forman parte dentro de las listas de animales que
empiezan a escasear. Animales tan bellos que no deberían extinguirse.