En ocasiones al mirar por la ventanilla del
vehículo y a las afueras de la ciudad hemos visto un recinto, a lo lejos,
vallado con montañas de coches destrozados y viejos amontonados. Cómo un
amasijo de chatarra de automóviles que unos llamamos desguace y otros conocemos
cómo cementerio de coches. Es un lugar donde van a parar los automóviles ya muy
viejos y sin posibilidad de poder ser reparados. Unos acaban allí tras un
siniestro, otros por decisión del dueño que los deja allí abandonados y el
cometido del centro de desguace es el de servirlo a terceros para reciclarlos y
encontrarles una nueva utilidad. Muchos aviones, motores, chapa y piezas
mecánicas han sido diseñados gracias a los cementerios de coches que ponen a
disposición de industrias o particulares toda la basura metálica abandonada. Y
de este modo hay quienes acuden a esos solares de coches destrozados, que
forman gigantescas torres de chatarra, para conseguir piezas de desguace para
adaptar a sus motos o vehículos dándoles utilidad. Pero mayormente es la
industria, sobre todo automovilística, la que recicla buena parte del material
allí abandonado para su posterior reciclaje que en ocasiones servirá para sacar
al mercado nuevos modelos. Si tienes ocasión visita un cementerio de coches, es
un lugar poblado de maquinaria obsoleta interesante de conocer.