Existen
diversidad de tours, itinerarios, rutas culturales o excursiones programadas.
La ruta del bakalao fue en el siglo veinte otra forma de viajar a lejanas
discotecas los fines de semana donde bailar y escuchar música bakalaera.
También hay visitas guiadas a museos. Pero de unos años a esta parte en muchos
países se da otro tipo de periplo cultural conocido cómo necroturismo. Consiste
en visitas grupales organizadas para conocer la historia de camposantos, disfrutar
de su arquitectura, y en suma aprender aspectos de interés al igual que sucede
cuando se asiste a una pinacoteca. Por múltiples razones un gran número de
personas no sentiría curiosidad alguna por acudir a un cementerio, pero hay un
sector al que le agrada conocer la historia de ciertas criptas donde descansa
algún personaje histórico cómo sucede en algunas catedrales donde los turistas
aguardan turno para apreciar ese lado cultural. Las catacumbas son parada
obligatoria para el viajero que quiere conocer Roma. Las guías de turismo las
aconsejan entre otras tantas rutas. Y dado que gran número de excursionistas disfruta
conociendo incluso el lado fúnebre de otras culturas, es por ello que cada vez
son más los cementerios ofreciendo información sobre su horario para los
visitantes que desean contemplar cada nicho, mausoleo o esculturas póstumas.
Estas modas culturales incentivan a otros países y poco a poco el necroturismo
es un hecho extendido a casi todos los países. Incluso en España hay
antropólogos autodidácticos a quienes les agrada visitar ruinas y cementerios. Rodearse
de mármoles, cipreses o coronas de flores también puede ser agradable para algunos.