En
la realización de películas de terror es importante la secuencia de planos muy
vivos por aquello de que la información entra primordialmente por el ojo. De
este modo el detalle de la sangre artificial expuesta en telas u otros objetos
es primordial que parezca todo lo real posible. Algunos cineastas optan por
rodajes en blanco y negro para lograr sombras, y resultados grisáceos que
acentúen, acordes al guión, la tenebrosidad de los escenarios de aspecto
lúgubre y anticuado. Hay diversos elementos necesarios en la filmación del
género negro cómo son la lluvia, tormenta, péndulos de relojes de pared cuyo
ritmo agobia o impresiona al espectador; charcos por donde pasa la rueda de un
vehículo ofreciendo cómo salpica el barro en un primer plano; así cómo los candelabros
y quinqués en escenarios sombríos también son muy usados en este género. La
orquestación es sin duda otra forma de impresionar para que el conjunto de
sensaciones más vivos resulten al espectador. La interpretación y demás
elementos de la obra serán importantes pero sobre todo la visualización en
conjunto del metraje será elaborada considerando cada detalle y efecto,
analizándolos previamente uno por uno para que el resultado sea perfecto. Es
importante que la cámara no sólo capte escenas si no situaciones cargadas de
contenido muy vivo.