martes, 29 de octubre de 2013

LA ELEGANCIA GÓTICA


La moda gótica llama la atención porque el ropaje nos transporta a épocas lejanas cuasi vampíricas. Cabellos muy negros; ropa de señora elegante con camafeo; piedras de cristal; capas enlutadas; guantes ostentosos; rostros de palidez aporcelanada; señores con camisas de época de cromatismo triste pero de elegante percha; Sorprendente maquillaje dando aspecto mortecino a la fría tez. Uñas esmaltadas de negro, ojos pintados de color ébano en una cara empolvada de blanco. Seres que se comportan cómo almas en pena de un tiempo lejano. Abanicos de señora muy acordes con funerales ostentosos. Sábanas de raso color azabache, a juego con ramo de rosas del mismo color. Anillos plateados con motivos de calaveras o cráneos de platino; calzado afín a un tiempo lejano y elegante. Chicas con sombrilla negrísima o escarlata para pasear evitando broncear su piel nacarada. Gárgolas que decoran lugares de reunión góticos donde no pueden faltar cirios y lúgubres prendas de vestir. Las tiendas de ropa gótica varían en precios. Pero suelen ser prendas buenas, delicadas costuras, diseños arcaicos y elegantísimos. Sombreros de copa negrísimos para ellos así cómo lazos aterciopelados muy oscuros. La muerte hecha arte. Grata moda retro y sibarita. Melancólicos días lluviosos y grisáceos acordes con grupos de gente gótica que dan un aspecto entre lo sacro y lo relacionado con la parca, a las callejas donde los gatos negros se apartan, a cada paso de personajes magníficamente ataviados. Caras muy blancas, rictus serio, una moda elegante, que atrae, que nos transporta a un tiempo gris; pero que merece la pena dar ese salto temporal para visualizar tan delicada moda; versos a la muerte; poemas a los féretros; odas a la parca y ni un ápice de locura si no de mucha cultura para quienes entienden ésta desde todos sus polos. Lo raro a veces puede ser más lógico que lo básico. El gusto por sentir una época, unas formas, un hábitat exquisito no es nada fuera de lugar. Si no que goza de admiración. Los góticos, son personas educadas, gozan del respeto de muchos. Porque el arte atrae. Y esta forma de ser pese a que beba de fuentes tenebrosas, es admirada por su elegancia sin par, maneras y buenas formas. Lo sombrío también hace brillar nuestras pupilas. Es otra opción más. Cómo sería adorar un paisaje nocturno. 

sábado, 26 de octubre de 2013

LA CUESTA DE NOVIEMBRE.


Para la víspera del uno de noviembre hay overbooking en muchas peluquerías. Ya que muchas señoras para esas fechas deciden arreglarse con motivo de ir a visitar a sus fallecidos. Encontrar durante esos días un hueco para arreglarse el cabello puede ser complicado. Los taxis, en algunas ciudades, van casi todos ocupados porque durante esas fechas multitud de gente hace uso de dicho servicio para acercarse al camposanto. El servicio de autobuses suele ampliar el número de líneas para dar toda la cabida posible a quienes se desplazan a dejar flores, pero aún así también puede haber fallos en los horarios por la gran demanda de viajeros. Las floristerías también deben visitarse con tiempo e incluso dejar los encargos hechos con antelación, porque muchas suelen quedarse sin existencias por la abundante clientela en busca de flores. Y la chica que hace de canguro y ese día es vital que se quede con los pequeños, también puede ser una traba si consideramos que tal vez ese día le sea necesario librar para honrar también a sus difuntos; y si no es el caso habría que sacarle el tema con tiempo por si tenía pensado hacer puente organizarnos entre todos. Aunque se viaje en el propio vehículo otra recomendación puede ser salir con tiempo de adelanto ya que el tráfico es exagerado esos días y suele haber mucho embotellamiento en las carreteras. A la vuelta y ya cansados es posible que se estropee la siesta o ese momento de desperezarse en el sofá, porque se madrugó para ir a dejar flores y hay cierto cansancio, porque una visita imprevista se presente en casa y haya que servirle café con dulces. Y al día siguiente toca ir al trabajo con unos ojos muy cansados y sopesando que entre: transporte, pasteles, flores, peluquería; la canguro que trabajó ese día; y algunas invitaciones más, hemos gastado un pellizco, cuando se trataba de honrar al muerto pero entre unas cosas y otras se ha gastado más de la cuenta. Si esa familia tiene hijos en edad de salir con los amigos a divertirse por Halloween, se encontrará también que el gasto fue mayor de lo esperado entre disfraces, unos billetes para que salgan con los amigos, y para los más pequeños pastelitos típicos de esas fechas.

No ocurre igual en todos los hogares. Pero vivimos en una sociedad de consumo que en fechas concretas cómo la indicada, entre transporte, flores y muchos detalles más para ese día, se acaba gastando más de lo que se llegó a pensar. Cada vez hay más gente que ese día evita ir a dejar flores por estar aquello demasiado cargado de gente y por haber un tráfico espantoso. Y eligen otra fecha para ir más tranquilos y que no resulte complicado. Pero el resultado no cambia demasiado si se considera que tal vez deseen pasar el puente en su casa de la playa o bien hagan un viaje a otra ciudad, evitando el bullicio pero no el gastazo.

Hace ya un tiempo que las vísperas de Halloween han dejado de resultar de lo más normal para convertirse en días en que si no se gasta en una cosa se gasta en otra. Pero se gasta bastante. Y al año siguiente la historia se vuelve a repetir: Barullo de gente, gastos en locomoción y lo que va surgiendo.


martes, 22 de octubre de 2013

NOVIEMBRE Y LAS FLORES.

Sé que los cementerios son lugares desagradables para la mayoría de gente. Pero para primeros de noviembre hay que reconocer que las flores que muchas personas dejan son muy diversas, feas y también preciosas y bien preparadas en tarrinas, ramos, sueltas, adocenadas dentro de algunas diversidades. Se puede ver todo tipo de claveles respecto a tamaños y colores; aunque abunde el crisantemo también hay rosas de todos los gustos y muchas de ellas son preciosas; las coronas han avanzado mucho respecto a las de antaño ya que actualmente se diseñan con variedad de especies florales entremezcladas: azucenas, gladiolos, lirios, etc. De manera que dentro de que el panorama de por sí no sea alentador, ofrece una espectacular visión floral, con bonitas cruces tapizadas botánicamente. El arte floral es tan variopinto que las macetas de exterior en algunos casos también ornamentan nichos, capillas o fosas. Las floristerías durante esas vísperas hacen posible que sus clientes salgan agradecidos con ramos o tallos sueltos, bonitos de verdad por su colorido.


Si ese día hace sol, las flores brillarán ofreciendo su cromatismo maravilloso a los visitantes; y caso de que se trate de un día nebuloso, la entremezcla botánica también da cierto tono agradable. Para navidades las flores y plantas seguirán siendo, porque lo son durante todo el año, protagonistas, alegrando nuestros hogares cómo en breve decorarán esos cementerios de los que hablo.