viernes, 29 de noviembre de 2013

CORONAS Y CORONAS NAVIDEÑAS


Hay otro tipo de coronas, y no me refiero a las de los entierros si no más pequeñas confeccionadas con ramas de abeto y hojas de arce cómo adorno, entre otras, y que se colocan en la puerta principal de las casas dando a la calle, cómo símbolo de que en ese hogar se celebra la navidad. Aunque ya es algo conocido internacionalmente al principio los extranjeros se asombraban por desconocer esa costumbre navideña. Irlandeses, alemanes, americanos, entre otras muchas nacionalidades, llevan practicando esta ornamentación desde hace siglos. Pero el forastero no entendía que una corona floral se centrase en la puerta de una vivienda dado que las relacionaban con la muerte y para muchos era impensable que algo así fuese una decoración de cara al final del año y del nuevo también. Pero con el paso de los años se ha comprendido la diferencia entre los dos tipos de ornamento. La corona fúnebre es circular también pero más grande y no lleva adornos cómo la de navidad: Carece de purpurina; hojas de arce; y el pino o el abeto tampoco componen su anatomía ornamental. Si no que se trata de un conjunto de flores: Rosas, margaritas; tulipanes; claveles; etc; y su aspecto es más grande así cómo acompañado de una banda con dedicatoria al fallecido y carente de motivos navideños. Por contraposición la corona navideña que se pone a las puertas de las casas contiene alguna piña, arce, hierbas, ramas, pino o bien ramas de abeto. Y sí, en algunos casos también son adornadas con alguna flor pero más en relación con lo que se celebra: alguna hoja de planta de navidad o de flor de navidad, pero nunca rosas, claveles o crisantemos cómo la que sirve única y exclusivamente para honrar a los que se van. 

Y si en un principio la corona navideña chocaba al forastero que desconocía aquellas culturas y significados, a día de hoy se ha europeizado inclusive dicha ornamentación. Hasta el punto de que está presente en muchas casas, escaparates, y lugares donde se vive la navidad. Porque ya no es un problema. Sino algo que nos agrada a todos. Sabiendo diferenciar cuando se trata de una corona floral, y cuando de una a base de hierbas, ramas y campanillas cómo motivo navideño. Ambas son bonitas. Pero son preferibles las coronas navideñas para que estemos todos juntos, no falte nadie y vivamos una feliz navidad. 

viernes, 22 de noviembre de 2013

LA MÚSICA RÉQUIEM A LO LARGO DE LA HISTORIA


La música Réquiem tiene el cometido de velar por los muertos. Hay muchas piezas musicales dentro de este género interpretadas tanto en iglesias cómo en conciertos de música clásica. Pero el campo de éste genero es tan amplio que no sólo abarca el estilo antiguo de los célebres compositores, si no que también ha trascendido a otros tipos de ritmos sin perder su identidad precursora: Hay óperas dramáticas que en ocasiones se ven salpicadas de alguna escena acompasada por extraordinaria orquestación de réquiem; el cine también se ve en ciertos momentos necesitado de adjuntar algún tema del clásico estilo para ambientar escenas macabras o de dolor; incluso la radio transmite conciertos de música réquiem para los melómanos que prefieren disfrutar de buenas obras de este estilo. Todavía se organizan funerales con banda de música contratada para tocar marchas fúnebres por deseo de ciertas familias. Ya que esta clase de música sigue siendo apreciada por su respetuosidad pese a que sus compases no sean alegres si no todo lo contrario. Es un género muy serio y triste donde los haya. Pero un apartado más dentro de todos los estilos habidos y por haber en el arte musical. La penosa o visceral y lamentable musicalidad hecha arte. 

domingo, 17 de noviembre de 2013

LOS CONSERJES SIEMPRE NOS AYUDAN


Los porteros de edificios también llamados conserjes hacen una labor, la mayoría de ellos, muy de agradecer por los vecinos. Cuando el propietario de alguna de las viviendas del bloque o familiar directo de éste, fallece, siempre hay un encargado de la portería que tiene un detalle muy de agradecer. Suelen poner una nota en un lugar visible para que todos los vecinos la lean, indicando la persona del edificio que ha fallecido, así cómo donde serán el velatorio, hora y lugar de la misa y entierro. Es una forma muy útil de avisar a los demás sobre todo en fincas de ciudades, con muchas plantas o pisos, donde resulta imposible coincidir con los vecinos y que al dejar una nota en el edificio posibilita que la gente interesada en acudir al acto se mantenga informada. Y es que el trabajo de portero o conserje de escalera es además de digno de vital importancia. No sólo para vigilar quien entra y quien sale del edificio; o velar por la correspondencia de los propietarios, ni tampoco por encargarse de avisar al técnico del ascensor si éste se avería. Si no que también, cuando alguien fallece, informan al resto de vecinos por si desean dar las condolencias a los familiares directos. Gracias a esta otra gran labor que vienen realizando desde hace muchos años posibilita que en momentos desagradables se acerquen los vecinos a dar sus condolencias, enterados por el conserje. Hay en cambio edificios más individualistas donde dicha costumbre no se expresa en el tablón de actos. Pero en la mayoría de escaleras es de agradecer que pongan sobre aviso a toda la vecindad sobre lo acaecido por si desean cumplir con los familiares. Tanto los porteros (conserjes con casa dentro del edificio) cómo los conserjes son muy útiles en los bloques de vecinos. Siempre atentos. Siempre velando por los demás. Siempre ayudando. 

viernes, 15 de noviembre de 2013

NIEBLA MENTAL. Cuento corto del género Humor Negro.


El humor negro es muy típico en muchas culturas haciéndose chistes, comedias, literatura jocosa; moralejas; obras teatrales; tiras cómicas y todo tipo de bromas y artes que nos hagan soltar una sonrisa incluso en momentos donde no debería brillar la risa si no todo lo contrario. Sí, eso es humor negro. Hay grandes obras del género humor negro, con las cuales se pasa un rato divertido. Y a modo de ejemplo he escrito este cuento corto, sobre cómo sería un entierro dentro del género comedía o lo que es igual: Humor negro. Que se le llama precisamente así por mezclar risas con lo desagradable.


Al muchacho le faltaba un verano, que decían en aquella aldea donde residía con sus padres, refiriéndose a que era algo tonto. Ya en la jura de bandera su madre días antes al evento le explicó telefónicamente que hiciera todo cuanto viera hacer a su primo, hijo éste de la señora Antonia, a la que él llamaba su chacha cariñosamente. Para que así no se equivocara en nada. Pues sus despistes estaban a la orden del día. El muchacho le pidió a su madre que no se preocupara y que haría todo igual que su primo, hijo éste de Antonia y ella hermana de la madre del chico que colgaba ahora el teléfono despistado.
 Y llegó el día de la jura de bandera. Su primo iba delante de él. El capitán le preguntó:
-¿Qué es la bandera de tu patria para ti?
-Cómo una madre.-Dijo el primo listo uniformado, cuadrado y pasando a posteriori a besarla en señal de juramento de servicio militar.
Después le llegó el turno a su primo, cuya madre le advirtió que hiciera todo exactamente igual que su sobrino para no equivocarse.
-¿Qué es la bandera de tu patria para ti?-Preguntó marcial el capitán mirándole orgulloso y desafiante a la vez.
-Cómo mi chacha Antonia.-Respondió él atolondrado, que no se le permitió jurar bandera y le arrestaron unos días en el calabozo.

Habían pasado muchos años de todo aquello. Ya era algo mayor. Se iba acordando de la mala experiencia en el cuartel, siendo joven, cuando su familia le avisó que podía bajar del vehículo. Ya habían llegado a la casa apartada, con la puerta abarrotada de vehículos y corros de gente muy seria. Su madre, ya muy anciana, y su padre también, le reiteraron que cuando llegara a la viuda, a la que iban a darle el pésame tendría que decirle dándole la mano:
-Le acompaño en el sentimiento.
Era el farmacéutico de la villa. Que había fallecido y las honras fúnebres las rendían en el propio domicilio. En el salón. Una caja fúnebre en mitad de la habitación, y gente que entraba y salía o lloraba y suspiraba o decía monólogos cómo:
-Ha sido una gran pena. Pobre hombre. Que lástima.
La chacha Antonia pellizcó a su sobrino. Que repetía mentalmente para no olvidarse de la frase: “Le acompaño en el sentimiento”, y no errar.
-¿Sabes lo que tienes que decirle cuando te acerques a la viuda? Mira que tú eres muy despistado. Espero que en un velatorio no nos dejes en mal lugar.
-Tranquila chacha Antonia. Que yo diré: Le acompaño en el sentimiento señora.
-Sigue acordándote y no te olvides o nos dejarás en mal lugar.-Le amonestó su tía muy mosqueada porque sabía que al chiquillo las cosas se le olvidaban enseguida.
La gente entraba, salía, daban las condolencias, firmaban un libro dejando constancia que habían estado allí, suspiraban, y el calor ya se hacía notorio ante tanto barullo de gente enlutada de un lado para otro.
Por fin llegó el momento cumbre. En la fila o cola que aguardaban turno varias familias para dar el pésame a la señora del boticario, fallecido de un ronquido que no le permitió repetir uno más porque todo acabó en infarto. Entre todos los lugareños iban los padres del sobrino de la señora Antonia, así cómo ésta, su esposo y sus tres hijos.
El chico se puso algo nervioso conforme la cola de gente iba avanzando hasta el féretro donde un hombrecillo con pañuelo en la cabeza con nudo en el cuello, para que las fauces no se le abrieran, parecía estar dormido entre la madera color caoba.
Sudaba mientras seguía repitiéndose para sí mentalmente: <<Le acompaño en el sentimiento>>. Sabía que esa era la frase que tendría que soltar a la viuda. Chocarle la mano y salir de la fila de vecinos, cumpliendo así con el protocolo fúnebre.
Se fijó en un cartel que alguien había puesto en pleno salón comedor. Era un cartel descolorido de un cacao muy conocido. Calló en la cuenta que uno de los hijos del boticario era representante de aquel producto. Pero el que trabajara para aquella empresa le pareció fuera de lugar que lo aprovechara hasta para poner un cartel del cacao en pleno salón.
-Nene, no te despistes que ahora vas tú.-Le susurró su padre al oído mientras se adelantaba y daba las condolencias abrazando a la viuda con medalla de oro grandota.
-Y no te olvides de lo que tienes que decir.- Le susurró su primo, ya que éste sabía que si no la hacía a la entrada la hacía a la salida pero siempre acababa por hacer lo contrario de lo que se le decía, porque si se ponía nervioso, que eso era casi siempre, lo olvidaba todo.
Avanzó unos pasos sudando su frente por la total falta de memoria que reconocía tener en ese momento. Pensó que no podía ser le acompaño en el sentimiento.  Porque si ya de por sí aquello era un velatorio, la frase podría sonar cómo chiste de mal gusto añadiendo palabras de dolor ante un momento tan trágico. Tragó saliva. Su familia desde lejos se  llevaron las manos a la cabeza porque sabían que cuando su actitud era cómo la de aquel momento, evidenciaba que se había olvidado de todo cuanto tenía que decir.
Y no dijo: Le acompaño en el sentimiento. Si no que acercándose a la viuda y dándole cordialmente la mano le susurró:
-Me alegro de su contento.



sábado, 2 de noviembre de 2013

ALBOROQUE Y CATERING.


Los servicios de catering, que hasta hace muy poco venían ofertando sus servicios para diversos eventos se han americanizado, si se desea llamar así, ofreciendo sus comidas, meriendas, cenas o aperitivos más allá de lo que venía siendo frecuente. En muchas series o películas americanas hemos visto pastelitos, comensales sirviéndose tarta, pavo cocinado o cualquier tipo de alimento en una escena seria; concretamente un funeral. Respecto al día a día y no ya lo que ofrece la pequeña o gran pantalla, se sabe que en esas dramáticas reuniones se ofrece algún café, tila o algo similar a los asistentes. En ocasiones incluso una taza de caldo para poder soportar horas de cansancio.

Respecto al alboroque, que siempre fue popular en la región de Murcia, se trataba de ir de bares tras el entierro o duelo. Se reunían un grupo de amigos, familiares o conocidos, que solían ser visitantes o personas que iban a dar las condolencias; y tras el evento abarrotaban el merendero para degustar tapas o comida a gusto de cada uno. Era y sigue siendo muy conocida en la región lo de echarle el alboroque al difunto. Es una costumbre.

Pero de unos años a esta parte y no en la mayoría de casos si no una minoría pudiente, de alto nivel o gente ilustre viene contratando los servicios de catering a domicilio en casos fúnebres. Tiene sentido ya que al desplazarse familiares o amigos íntimos se ven en la obligación, por el agradecimiento de que les acompañen en semejante momento doloroso, de ofrecerles un menú gastronómico para que se sientan lo mejor posible. De manera que todos salen ganando: El servicio de catering obtiene ganancias al desplazarse al lugar de residencia para servir comida a los invitados; los visitantes no tienen que pasar el día a base de bocadillos o cualquier minucia; y los que contratan el servicio a domicilio de comidas no tienen que pensar en ponerse a cocinar. Y cómo suele ser gente adinerada no representa un problema. El único problema en todo caso es el haber perdido un ser querido.


Pero el servicio de catering no tiene nada que ver al alboroque. Respecto a este último hay también quien le gusta ir a dar pésames porque saben que después acabarán comiendo en cualquier restaurante o bar con los amigos. Hay de todo.