sábado, 2 de noviembre de 2013

ALBOROQUE Y CATERING.


Los servicios de catering, que hasta hace muy poco venían ofertando sus servicios para diversos eventos se han americanizado, si se desea llamar así, ofreciendo sus comidas, meriendas, cenas o aperitivos más allá de lo que venía siendo frecuente. En muchas series o películas americanas hemos visto pastelitos, comensales sirviéndose tarta, pavo cocinado o cualquier tipo de alimento en una escena seria; concretamente un funeral. Respecto al día a día y no ya lo que ofrece la pequeña o gran pantalla, se sabe que en esas dramáticas reuniones se ofrece algún café, tila o algo similar a los asistentes. En ocasiones incluso una taza de caldo para poder soportar horas de cansancio.

Respecto al alboroque, que siempre fue popular en la región de Murcia, se trataba de ir de bares tras el entierro o duelo. Se reunían un grupo de amigos, familiares o conocidos, que solían ser visitantes o personas que iban a dar las condolencias; y tras el evento abarrotaban el merendero para degustar tapas o comida a gusto de cada uno. Era y sigue siendo muy conocida en la región lo de echarle el alboroque al difunto. Es una costumbre.

Pero de unos años a esta parte y no en la mayoría de casos si no una minoría pudiente, de alto nivel o gente ilustre viene contratando los servicios de catering a domicilio en casos fúnebres. Tiene sentido ya que al desplazarse familiares o amigos íntimos se ven en la obligación, por el agradecimiento de que les acompañen en semejante momento doloroso, de ofrecerles un menú gastronómico para que se sientan lo mejor posible. De manera que todos salen ganando: El servicio de catering obtiene ganancias al desplazarse al lugar de residencia para servir comida a los invitados; los visitantes no tienen que pasar el día a base de bocadillos o cualquier minucia; y los que contratan el servicio a domicilio de comidas no tienen que pensar en ponerse a cocinar. Y cómo suele ser gente adinerada no representa un problema. El único problema en todo caso es el haber perdido un ser querido.


Pero el servicio de catering no tiene nada que ver al alboroque. Respecto a este último hay también quien le gusta ir a dar pésames porque saben que después acabarán comiendo en cualquier restaurante o bar con los amigos. Hay de todo.